Cuatro ensayos cortos – 4 Sobre la Responsabilidad

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Leandro Castelluccio

(Imagen de DeterminismXFreeWill.jpg: Tesseract2derivative work: Richardbrucebaxter (talk) – This file was derived from DeterminismXFreeWill.jpg:, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=18304289)

La responsabilidad en un contexto socio político es la actitud donde uno es sujeto de los deseos de otros individuos (ciertas actitudes acordadas, no cualquier cosa), por el hecho de haber sido parte de la causa en un agravio a otros sujetos, por ejemplo, independientemente de si uno esté determinando o no, uno puede tomar esta postura, independientemente de si su conducta fue no causada o sí, por los beneficios que trae para mantener una avanzada sociedad basada en los altos estados de recompensa. Pero hay muchas formas de entender la responsabilidad, una muy común hoy en día, ataca al individuo, le genera culpa y lo desvía de aquellas cosas que le dan verdadera satisfacción.

Así, se dice que uno es responsable de la pobreza, de la guerra o del sufrimiento de otros. Muchos dicen que uno que no hace nada cuando otros dañan a un sujeto es igual de responsable. Pero en el sentido de agentes causales no lo son. Tampoco poseen el deber de ayudar a nadie, tal noción del deber es inexistente en la realidad. Uno puede transformarse en agente de defensa, la misma postura que toma el agredido frente al agresor, cuando el agresor a iniciado un conflicto, pero el agente causal sigue siendo el agresor (la conciencia del conflicto se instaura primariamente en el agredido, esto viene dado por la acción del agresor, sin el agresor no habría conflicto, aunque uno puede decir que es la víctima la culpable por no sostener los fines del sujeto que ataca, otra forma de ese aspecto dañino de la noción de responsabilidad), decir que otro es culpable de la situación del agredido es lo mismo que decir que el agredido es culpable de la agresión si este no decide defenderse, que es la misma postura que podría o no tomar el que ayuda. Y me refiero aquí al caso del conflicto, podría considerarse que si uno no hace nada estaría tomando partida por la iniciación del conflicto, pero en realidad el sujeto no tiene ninguna intención de imponer sus fines e intereses por sobre la posibilidad de acción de otro en base a sus propios fines o limitar la utilización de objetos y lugares para los propios fines, quién lo hace es el agresor. La acción del sujeto estará determinada por su compromiso con ciertas ideas, la recompensa por ejemplo, este pude trasformar su acción en un agente de la defensa del otro, pero no existe ninguna justificación objetiva en la realidad por la cual deba defender al otro, la defensa pude hacerse o no, nada dicta en la realidad que tenga que llevarse a cabo (esto es porque la realidad carece de una causa en última instancia-Ver dicho concepto en mi obra Proposiciones-ver en menú de publicaciones), se hará en compromiso a dicha idea de lo justificado o injustificado en la realidad, y principalmente en la recompensa, lo injustificado en la realidad es la agresión del sujeto, este lo hace porque lo recompensa, aunque no lleva a altos estados de recompensa, y la defensa tiene su razón en tal agresión, la defensa ante el conflicto, porque implica recompensa y lleva a altos estados de recompensa, cuando esta es posible, y sobre todo en un contexto socio-político, una defensa dada por una entidad como el Estado, pero el conflicto no tiene por que ser eliminado (como justificación en la realidad), pero el agresor no tiene ninguna justificación en la realidad para su imposición. (Ver el concepto de altos estados de recompensa en mi obra “Proposiciones”-ver en menú de publicaciones).

La actitud de decir que uno tiene culpa porque hay pobreza porque uno no hace lo suficiente para impedirla no equivale a decir que uno es la causa de la pobreza, uno no es la causa de su extinción, pero no hay más razón de adjudicar a uno responsabilidad como causa de la presencia de eso, por no hacer nada, que adjudicar responsabilidad a los pobres mismos por no haber encontrado ellos los medios para salir de ella. Uno puede hacer algo, pero uno no está obligado metafísicamente por decirlo de una manera a hacer algo, imaginemos si nuestra vida se rigiese bajo el código de que uno es responsable de todos los males por su no-acción, deberíamos entregarnos a una vida de servicio a los demás independientemente de lo que uno encuentra importante o lo que da recompensa personal.

Una cosa es el ser la causa de algo, otra cosa es hacer algo frente a un problema que tiene ciertas causas. En la responsabilidad bajo este trato, cualquier adjudicación de culpa a cualquiera es posible, puedo adjudicarle la culpa a cualquier individuo por la existencia de guerras o enfermedades por no haber hecho lo suficiente o sido capaz de evitarlas. Uno no puede escapar de está situación, siempre uno será responsable de algo, tendrá la culpa por algo. Y adjudicar culpa abiertamente es una forma de hacer sentir mal a las personas, y la razón de hacerlos sentir mal, por su no-acción, cuando uno no ha hecho nada malicioso a nadie, una razón de sentir culpa si la persona rechaza la malicia, es por sacrificar las cosas que lo recompensan por una vida de servicio o tareas para con otros que puede no recompensar a la persona, eso es sostener que alguien debe ser desdichado. Te lleva por un camino de servidumbre, más que de hacerle a uno pensar aquellas cosas que le darían satisfacción, lo que uno encuentra importante en el mundo para sí mismo.

Decir en este contexto que los miembros de una sociedad tienen responsabilidades recíprocas es tan sólo una expresión de que unos tienen el deseo de que otros se vean obligados a concederles algo. En la realidad no hay criterios o fines en última instancia, uno no está atado a una supuesta responsabilidad con otro por mandato de la realidad, uno puede querer tener alguna responsabilidad con otro o no, pero no hay un deber en la realidad de tenerla en última instancia, y siguiendo los altos estados de recompensa la mejor responsabilidad que puedo tener con otro es no impedirle a esa persona sus estados de gran recompensa.

Considero la responsabilidad acerca de una forma de guiarse y comportarse, el hecho de que uno puede responder frente a la conducta de uno, independientemente de que la conducta obedezca a la noción de causas y efectos, una noción es acerca de las causas, otra acerca de la respuesta a nuestras acciones. Si uno piensa en el individuo que atenta contra otro, por ejemplo, sabiendo este que lo que hace está mal (de acuerdo a ciertos criterios), o que lo que hace será penado o impedido por la justicia y la defensa del Estado, y de todas formas lo hace, que lo pueda o no haber evitado (como muchos argumentan), es indiferente al hecho de que pueda restituir lo necesario, por ejemplo, si es el caso de que los individuos involucrados y la justicia acuerdan que eso es importante.

Todo lo anteriormente dicho no significa que los seres humanos no estemos conectados, en el sentido de formar parte de una unidad, donde las acciones de uno inevitablemente afectan a otros, pero debemos tener reglas claras de cómo lidiamos con esto y cómo entendemos la responsabilidad, lo mejor es manejar un concepto de la misma y la reciprocidad donde se respete los altos estados de recompensa de las personas.

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