Algunos problemas con la academia

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Leandro Castelluccio

Recuerdo una vez haber leído una reflexión de Carl Sagan acerca del nivel de innovación y cambios modernos. Se refería a la diferencia que percibía entre el pasado y hoy en día, no negando los avances modernos sino aludiendo a la cada vez más reducida cantidad de figuras prominentes, en el sentido de figuras que podríamos catalogar de históricas, sorprendentemente ausentes teniendo en cuenta el aumento de la población mundial.

En el pasado el número de personas era menor, sin embargo, la cantidad de figuras prominentes con aportes significativos y sustanciales a las ciencias puede verse como mayor en relación a la población. ¿Qué tan probable por ejemplo es encontrarnos hoy en día en la política estadounidense con figuras como John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison, George Washington, Thomas Paine o Abraham Lincoln?

En el pasado un puñado de personas impulsó cambios muy significativos en distintos ámbitos de la ciencias, incluyendo la política, la economía, la física, la filosofía en general, la biología, la psicología, etc., hoy en día sin embargo esos personajes parecen ser escasos, ¿qué hay detrás de esto?

En 1971 John Rawls publica su obra más influyente: “Teoría de la Justicia”. Un personaje que habiendo publicado sólo un pequeño puñado de artículos en toda su vida, y sólo 3 libros principales, incluyendo “Teoría de la Justicia”, es alguien que se aleja del estereotipo de académico actual en este sentido de calidad sobre cantidad. Dentro del ámbito de la filosofía también tenemos el ejemplo de un autor influyente para mi, como lo fue Ludwig Wittgenstein, quien tiene sólo dos obras principales, una de las cuales fue publicada recién luego de su muerte. Su primer obra fue publicada a su vez cuando el tenía casi 30 años, edad en la cual actualmente todas las personas en la academia parecen estar presionados por tener un doctorado y haber publicado decenas de artículos influyentes. O pensemos en la obra de Albert Einstein, quien en 1905 publica 4 artículos importantes que cambiarían, junto a su obra posterior de la relatividad general, lo que era la física hasta ese momento. También para este, no hubo decenas de artículos o una trayectoria larga de actividad académica previa.

Por lo que una diferencia que usualmente parece haber entre hoy en día y antes es lo significativo de una gran porción creciente de artículos científicos o académicos en general, en cuanto a la relevancia y la contribución a las ciencias. Es usual encontrar muchos artículos extremadamente específicos, con resultados muy vagos o de poco impacto, o con resultados casi irrelevantes para la ciencia en general, artículos donde se encuentran efectos para cosas muy específicas o particulares, donde salvo un puñado de personas interesadas, pocos le encuentran utilidad o sentido. Quizás podríamos catalogar esto como un triunfo de la cantidad sobre la calidad. Me gustaría encontrarme con un artículo o una obra que cambie radicalmente nuestro entendimiento de la cognición, la inteligencia, la conciencia, la física, la moral o la política, por ejemplo. Parece que cada vez más académicos y autores se interesan en publicar por publicar, teniendo muchos artículos en su acervo pero de poca relevancia o impacto para las ciencias. A su vez, lo repetitivo de las líneas de investigación y los artículos que surgen de estas es muy grande, en el sentido de que es usual encontrar personas que comienzan a investigar sobre temas ya investigados o actualmente en investigación en muchas partes del mundo al mismo tiempo, lo que dificulta generar trabajos distintivos, que se diferencien de lo que otros ya están haciendo.

En conexión con esto, parece que existe cada vez más un hincapié en lo empírico frente a lo teórico, o sea, parece preferible llevar a cabo un experimento y recabar algún dato significativo de forma estadística, que escribir un artículo teórico generando modelos para explicar tales resultados. En este sentido autores con un componente más teórico del pensamiento, como lo es un físico teórico parecen ser cada vez menos valorados, y esto es en detrimento de la ciencia en general. De forma parecida, aquel que publica un libro frente a un artículo parece tener menor peso en el ámbito académico, pues hay mayor presión por publicar artículos, y que dichos artículos sean investigaciones empíricas. Pero lo empírico no funciona desconectado de la teoría, y si bien muchos de estos artículos ponen en juego aspectos teóricos, parece haber poco énfasis o trabajo en generar modelos de este tipo, y el trabajo puesto en la teoría deja mucho que desear. La ciencia y la academia no puede avanzar sin pensadores abstractos, de carácter más teórico, y hoy en día esta clase de personas se ven forzadas a desarrollar otro trabajo intelectual, más práctico, alejado del su tipo, donde está su verdadero potencial. Esto es así a tal punto que un modelo teórico parece ser infravalorado frente a un investigación empírica de poco o casi ningún impacto, pero que es una investigación empírica en fin.

En un mundo con cada vez más personas publicando trabajos e investigando, creo que debemos volver a consolidar la teoría con lo empírico, y valorar más la calidad sobre la cantidad, y quizás dejar de lado la presión de publicar por publicar, que es lo que las estructuras académicas exigen (donde se deja de lado el avance de la ciencia), para así poder verdaderamente innovar y ser creativos, y llegar a impulsar de nuevo a pasos agigantados el avance de las ciencias.

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